martes, 30 de agosto de 2011

Demostremos quién manda

Hoy vuelvo a escribir en este humilde blog después de unas merecidas vacaciones en el mar, en el refugio de mi mujer y mis hijos que son, al fin y al cabo, los que me mantienen al pie del cañón y me dan las ganas de levantarme cada día con el entusiasmo de darles algo más cada día.

Durante el verano me planteé seriamente transformar este blog en un recetario de cocina, algo que me apasiona, y así se lo comente en varias ocasiones a mi mujer, porque cada vez me da más asco la política y, sobre todo, los que la representan. Quizás lo lleve a cabo, no sé, pero hoy voy a seguir escribiendo lo que pienso libremente en estas líneas para el que quiera perder su tiempo leyéndolas, a los cuales se lo agradezco mucho.

Hoy me siento más dolido que nunca con mi partido, el PSOE, del cual soy militante, uno de esos a los que nos llaman “borregos”, y precisamente es en estos momentos cuando me siento así, un “borrego” al que acaban de “esquilar” hasta el tuétano. Se han mofado de mí, sobre todo José Luis Rodríguez Zapatero, al cual dí toda mi confianza durante 8 años para que al final me usará como un clínex, me usó y me tiró, hoy lo ha hecho con su reforma constitucional, el último (o penúltimo, con este nunca se sabe) gran favor al “vago” Mariano Rajoy.

Y es que el Sr. Rajoy se va a encontrar un escenario inmejorable para gobernar, con todas las políticas de recortes salvajes hechas, una sanidad “cercenada” y lista para que le den el “tiro de gracia”, una educación hundida con unos alumnos que ya no creen en nada, porque nada hay por lo que luchar cuando uno tiene la inquietud de echar un vistazo a un telediario o abrir un periódico y ve como las listas del paro engordan día tras día con gente como ellos, universitarios de gran valía a los que solo se le ofrecen trabajos mediocres de días de duración. Todo se lo ha hecho Zapatero, se lo ha puesto en bandeja, pues si le va bien siempre será mérito suyo, no es difícil mejorar lo que es imposible empeorar más, y, si le va mal, siempre podrá alegar lo que siempre dice la derecha más rancia de este país: la culpa es de los que estuvieron antes, que nos han empobrecido y ahora tenemos que arreglarlo nosotros.

No nos han dejado decidir, una reforma constitucional de tal calado debería haber sido refrendada por una consulta popular, pero no, lo han decidido dos señores (Zapatero y Rajoy) placidamente sentados en sus divanes, con una buena copa en la mano y el teléfono de última generación en la otra. Nos han traicionado a TODOS los españoles, los de derechas, los de izquierdas, los de centro y los de nada, a TODOS. Nos han demostrado, por fin, con luz y taquígrafos que la soberanía no está en el pueblo, como reza la Carta Magna, sino en las “ocurrencias” de dos señores que depende del “levantar” que tengan así nos ira a todos.

Pues ahora mandamos nosotros, el 20-N es la oportunidad de demostrarles a estos “señores” que sí, que somos los “soberanos”, que el pueblo manda, y cuando lo hace es “lapidario”, no tiene piedad. Tenemos la oportunidad de decirles que si no cuentan con nosotros para algo tan importante como es reformar la constitución tampoco cuenten con nuestro voto para que sigan haciendo lo que les venga en gana y no lo que le dictamina el pueblo que los ha elegido. Hagámoslo posible, que gane un VOTO EN BLANCO por MAYORÍA ABSOLUTA para demostrarles quien decide, nosotros y no sus llamadas telefónicas con nocturnidad y alevosía al amparo del calor estival.

2 comentarios:

  1. «cada vez me da más asco la política y, sobre todo, los que la representan»

    José Antonio, te comprendo perfectamente. Es lo que ocurre en estos días. Pero, —aunque a mí me pase lo mismo que a ti— no es bueno que nos asquee la política. Aunque sí algunos de los que la ejercen.
    La política es esencial; es necesaria. Es el arte de organizarse en sociedad los bichos humanos.
    La política, de por sí, es inocente, inofensiva e inocua, pero depende del uso que se la dé.
    La política es como el cuchillo de cocina; según quién lo use y cómo lo use, es un arma o una herramienta de primera necesidad.
    La política es como el mundo del trabajo que me ha tocado conocer. No suben los mejores trabajadores, sino los más trepas. No suele ser el trabajador más idóneo al que le hacen capataz, jefe de grupo, encargado de equipo, jefe de taller.
    Los ascensos van muy en paralelo con lo pelota, lo rastrero, lo esquirol, lo derechista y lo mierda que sea el operario al que ascienden.
    Y por eso no nos vamos a asquear del trabajo. Hay que asquearse de algunos seres humanos. Eso SÍ.

    «cuanto más conozco a la humanidad más cariño tengo por mi perro»

    Pero en definitiva, compañero sevillano, tanto lo tuyo como lo mío, es un poquito exagerado e injusto.

    Salud, república y socialismo,

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  2. Lo de la cocina me ha gustado, es en la preparación de los ingredientes con el mazo o el cuchillo en la mano cuando puede soltar adrenalina sobre elementos que han formado parte del universo vivo. Se suelta adrenalina y no truncas la vida de tus semejantes.

    Como podrás comprender es una broma de mal gusto que solo refleja ese malestar que tu recoges sobre la política, los políticos y el genero humano. Es natural, a mi también me pasa. Opté por la actitud que creo, para mí, mas racional, le escribí una carta, muy correcta, eso si, al secretario general de mi provincia hace unos días y me despedí de un partido que últimamente me quitaba el sueño; No podía convivir ni un minuto mas con la tremenda contradicción de permanecer en un partido que había comenzado a odiar. El partido no es nada, es un conjunto de historias, de vivencias de muchos hombres. Ese es ele partido inmaterial, la historia viva y luego está el otro, el partido del presente, el constituido por unos hombres de carne y hueso sujetos a sus propias miserias en un mundo en el que quieren sobrevivir del mejor modo posible en muchos casos para su propio beneficio. Corté con estos, la historia viva, lo mejor de la historia viva me la quedo paar mí. Esa fue mi solución.

    Evidentemente cada cual se aplica la medicina que quiere para su enfermedad del alma, lo tuyo, al igual que lo de otros muchos socialistas, yo incluido, es o ha sido una enfermedad del alma. Hay muchas soluciones, sin duda encontrarás la mas adecuada.

    saludos,

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