viernes, 11 de marzo de 2011

El Censo

Esta misma semana nos hemos desayunado con una nueva ocurrencia del equipo de gobierno del PP Espartinas sobre la creación de un Censo Canino en nuestro municipio.

La idea no dejaría de ser una mera anécdota si no se localizara en nuestro pueblo, el cual adolece de muchísimos servicios necesarios para los vecinos, vamos, los dueños de los canes.

Adolecemos por ejemplo de un Instituto de Bachiller, que si, que el Alcalde dirá que eso no es competencia suya, pero tampoco lo era construir una plaza de toros multimillonaria y sin uso que hoy vemos con pesar en nuestro pueblo, como tampoco lo era construir una carretera a ninguna parte sin la necesaria negociación con las Administraciones competentes para ello, como tampoco lo es la construcción de un restaurante en un parque que no se termina pero que sin embargo la construcción del citado restaurante va como un tiro, como tampoco lo era la construccion inservible e inacabada de un polideportivo cubierto cuando tenemos completamente abandonado y en estado ruinoso el Polideportivo Juan Antonio Ruíz Espartaco, y así, tantas y tantas cosas que a cada uno de los que residimos en Espartinas se nos ocurriría.

Es inaudito, por no decir de "guasa", que se piense mas en crear un censo canino que en fomentar el censo de vecinos del pueblo, donde residen mas de 20.000 almas y sin embargo solo tenemos poco mas de 12.000 empadronados, porque muchas, por no decir la mayoría, de las subvenciones y ayudas que proceden de Instituciones superiores se basan precisamente en el número de población de un municipio, a no ser que nuestra iluminada concejala de Medio Ambiente haya tenido un soplo sobre lo contrario, que ahora lo que va a primar es el número de caninos para las citadas ayudas.

Yo no sé a cuantos canes va a beneficiar dicha medida, porque no tengo ni idea de cuantos hay en nuestro municipio, sin embargo si sé cuantas palmeras están dejando de existir en nuestro municipio y eso que la citada concejala anuncio a bombo y platillo un "sistema revolucionario" contra el picudo rojo que incluso estaba exportando a países europeos, según sus propias palabras, y precisamente hoy he comprobado cual es en mi propia calle, llena de palmeras, y no es otro que arrancar "de cuajo" todas ellas, las enfermas y las sanas, incluso se han llevado por delante un arbusto que planto una vecina cuando inaguramos nuestras casas allá por 1996, para que creciera a la vez que nuestra vecindad, ya no lo podrá hacer ni nosotros lo veremos, muchas gracias, Sra. concejala.

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